¿Qué es la web 3.0?

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Con el transcurso de los años, todo experimenta una evolución con el objetivo de ajustarse a las nuevas demandas y tecnologías disponibles, y la Web 3.0 emerge como un ejemplo evidente de este fenómeno.

El ámbito tecnológico en la web ha experimentado una transformación notable en las últimas tres décadas. En la aparición de la Web 1.0, esta se erigía como una herramienta innovadora que ganaba gran importancia a escala global. No obstante, a medida que sus usuarios crecían de manera constante, empezaron a emerger de forma progresiva las limitaciones previstas por esta.

Este escenario llevó a un esfuerzo considerable para su ampliación, dando lugar así al surgimiento de la Web 2.0. Esta encarna la versión actual de la web que empleamos, y su avance preeminente reside en la elevada capacidad de interacción dinámica. Sin embargo, a pesar de su extenso rango funcional, ha llegado el momento de llevarla hacia horizontes más allá de lo que conocemos hoy en día.

Según lo mencionado anteriormente, se encuentra en proceso de desarrollo y despliegue la Web 3.0. Esta nueva versión está plenamente enfocada en alcanzar un nivel más elevado de interacción. Al mismo tiempo, proporciona un acceso ilimitado a la información de manera global, rápida y segura. De esta manera, cualquier individuo puede acceder desde cualquier ubicación y utilizando cualquier dispositivo móvil, portátil, entre otros. Pero no solo eso, en esta nueva iteración de la Web, los espacios tridimensionales, los avances semánticos o de lenguaje natural, así como la Inteligencia Artificial y programas inteligentes, son elementos vitales para su funcionamiento.

Nos encontramos, ni más ni menos, hablando de transformar nuestra experiencia al utilizar la Web. Un cambio hacia un nivel nunca antes presenciado, que nos posibilitará realizar un destacado avance tecnológico en un periodo muy breve.

Sin embargo, ¿qué oculta la cortina de la Web 3.0? ¿Qué fuerzas nos han conducido a este escenario? Pues eso y mucho más será revelado en los siguientes pasajes.

Origen de la Web 3.0

La Web 3.0 o Web semántica, un término forjado en 2006 por el influyente diseñador y empresario Jeffrey Zeldman, surge como una respuesta crítica a la contemporánea Web 2.0. En su análisis titulado “Web 3.0”, Zeldman señala las deficiencias presentes en la web en ese momento y propone la expresión “Web 3.0” como la panacea correctiva.

La visión de Zeldman esbozaba la Web 3.0 como la “Web de Datos”. En este escenario, la accesibilidad y el procesamiento de datos alcanzarían niveles inigualables. Se anticipan conceptos como Big Data, Minería de Datos e Inteligencia Artificial aplicada a la Web. Pero lo más intrigante, una Web estandarizada que, incluso en la actualidad, se encuentra lejos de ser una realidad, aunque nuestro estado actual es significativamente mejor que hace dos décadas.

A pesar de ello, el término Web 3.0 parecía sumido en un letargo. La verdad es que, incluso hoy en día, el potencial de la Web 2.0 es inmenso y no ha sido completamente explorado. En medio del desarrollo para aprovechar lo que ya poseemos, se prestó escasa atención al futuro de la tecnología. Sin embargo, fue la irrupción pública del Big Data y la IA en la Web lo que impulsó esta idea. Una idea que posteriormente sería identificada como Web 3.0 o Web Semántica.

A pesar de ello, otro factor desencadenante fue la creación de Bitcoin y la tecnología blockchain en 2008. Esto se debió a que esta tecnología podría proporcionar la base para alcanzar la ansiada descentralización de la Web 3.0. Algo que tenía un impacto especial en la capacidad de organizar y crear redes dentro de redes, tal como muchos cypherpunks y cyberpunks habían imaginado.

Partes de esta nueva red ya podemos observarlas en funcionamiento. Por ejemplo, las plataformas sociales son aplicaciones capaces de interactuar con otras aplicaciones. Además, emplean Big Data, Inteligencia Artificial y algoritmos cada vez más avanzados para mostrar en tu “línea de tiempo o feed” aquello que pueda interesarte. Sin embargo, estas funciones aún son limitadas y no hay un consenso claro sobre si deben considerarse Web 3.0 o simplemente mejoras a la Web 2.0 que conocemos.

Avances tecnológicos que la respaldan

Por otro lado, la Web 3.0, al igual que las otras iteraciones o avances de la Web, hace uso de diversas tecnologías para su construcción. Esto se debe a que las tecnologías más recientes han experimentado un avance significativo, especialmente en el desarrollo de contenido y aplicaciones, interactividad, representación gráfica, almacenamiento y transmisión de datos. Todo este progreso ha dado origen a nuevas herramientas que facilitan la construcción de la Web 3.0.

Por ejemplo, la Web3D o WebGL es lo que ha posibilitado que servicios como Google Earth puedan existir, mostrándonos datos en 3D directamente en el navegador, algo inimaginable anteriormente. No obstante, las capacidades de esta tecnología no se limitan ahí, ya que WebGL puede transformar nuestra interacción en la Web en una experiencia 3D completa. De manera similar, la Big Data, la Inteligencia Artificial y la Web semántica son construcciones que en este punto se respaldan mutuamente para transformar la Web 3.0 en algo completamente distinto a lo que se ha visto hasta ahora.

Por otra parte, numerosos especialistas consideran que la cadena de bloques es esencial en esta construcción de la Web 3.0. Esto se debe a que la cadena de bloques posibilita nuevos niveles de interacción. Por ejemplo, es posible desarrollar un programa que funcione de forma completamente autónoma, proporcionando acceso a servicios si se cumplen ciertas condiciones. En este punto, nos referimos a los contratos inteligentes y las aplicaciones descentralizadas (DApps). Esta es una tecnología que ya podemos probar en la actualidad en cadenas de bloques como Ethereum, EOS, Ethereum Classic e incluso en Bitcoin Cash, que también cuenta con servicios de aplicaciones descentralizadas. De hecho, puede que el mayor potencial tecnológico dentro de la Web 3.0 resida dentro de la cadena de bloques y las DApps, ya que las posibilidades de esta tecnología son enormes y en su mayoría, inexploradas.

Indudablemente, todos estos logros no se materializaron sin los avances en los lenguajes de programación más recientes, microprocesadores innovadores y dispositivos de procesamiento de datos de alta potencia que disfrutamos en la actualidad.

Web 2.0 vs 3.0

La Web 2.0 o la Web Social es lo que en la actualidad conocemos como la Web. Se trata de una red completa de servicios diseñados para los usuarios finales, donde tienen la capacidad de leer, redactar e interactuar con los datos. Sin embargo, esta interacción está limitada por los avances específicos de esos servicios, lo que indica que esta Web aún mantiene una estructura centralizada.

Este fue un avance significativo, destacándose principalmente por un proceso de estandarización más evidente. Gracias a esto, tecnologías como JavaScript, AJAX y ahora HTML5 se han convertido en pilares fundamentales de la experiencia web. Su desarrollo implicó el desuso de tecnologías propietarias como Shockwave o Flash. Además, posibilitó la Web multimedia al permitir la inclusión de audio y vídeo de manera sencilla.

La Web 2.0 también representó una revolución para los aficionados a los juegos, al permitir la interacción de millones de usuarios en tiempo real. Y esto resultó decisivo, ya que uno de los sectores que también cosechó los beneficios de este avance fueron los negocios. El surgimiento de tiendas en línea, sistemas de pagos más seguros e integración de servicios, los catapultó para alcanzar dimensiones gigantes, como evidenciamos con Amazon o Shopify.

En este momento, parece un desafío considerable superar esto, pero la Web 3.0 realiza justamente eso, mejorar lo que poseemos. La Web Semántica logrará que la experiencia del usuario sea más precisa y pertinente. Por otro lado, como ya hemos mencionado, la Web 3.0 persigue la descentralización o al menos la distribución de contenidos, posibilitándonos acceder a ellos desde cualquier lugar del mundo en cualquier momento.

En síntesis, la Web 3.0 va a revolucionar nuestra vivencia en la Web, haciéndola única y adaptada a cada individuo. Asimismo, nos dotará de herramientas para proteger nuestros datos y disfrutar de una seguridad que antes era inimaginable. Este desarrollo implica esfuerzo, pero ya hemos recorrido una parte sustancial de ese camino. Y hasta ahora, los resultados han sido sorprendentemente notables.

El futuro de la Web 3.0

De la misma manera en que la Web 2.0 se erigió como nuestro estándar actual de interacción en la Web, se anticipa que la Web 3.0 seguirá el mismo camino. En la actualidad, ya se encuentran en funcionamiento varios servicios de tipo Web 3.0. Un ejemplo es el sistema de almacenamiento distribuido de Siacoin, que representa una variante de sistemas de almacenamiento Web 3.0 al utilizar blockchain, contratos inteligentes y elevar a un nivel superior la interacción y seguridad de dichos sistemas.

En la actualidad, están emergiendo plataformas sociales como Voice de EOS o Hive, que proporcionan la capacidad de compartir con tus seguidores. Esta función, además de permitir una interacción directa y sin intermediarios con ellos, garantiza que toda la información esté bajo tu control.

Quizás iniciativas disruptivas como Golem, que te posibilitan llevar a cabo tareas avanzadas de computación mediante la adquisición de recursos informáticos a un costo accesible. Este proyecto se erige como una opción idónea para la investigación en áreas como Inteligencia Artificial, Big Data, Data Mining y otras disciplinas afines. En conclusión, la Web 3.0 se presenta como el futuro, un escenario en el cual diversas tecnologías convergen, siendo la tecnología de cadena de bloques una de las protagonistas.

Conclusiones

La Web 3.0 representa una evolución significativa en la internet. Se centra en la interacción avanzada y el acceso global a la información. Para lograrlo, se apoya en tecnologías clave como Big Data, Inteligencia Artificial, Web semántica y blockchain. Estas herramientas permiten una experiencia más personalizada y descentralizada para los usuarios. La Web 3.0 busca superar las limitaciones de la Web 2.0, ofreciendo una plataforma más inteligente y colaborativa. En resumen, la Web 3.0 promete un futuro digital más sofisticado y conectado para todos.

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